viernes, 17 de marzo de 2017

Día 15

¡Hoy es Viernes!

Último día de la semana comenzamos con muchas ganas ya que el fin de semana está a la vuelta de la esquina. Una vez terminada las rutinas diarias comenzamos con el trabajo individual, la ficha de hoy es la siguiente: rodear la letra "d" y "D" y después escribir las palabras de arriba y dibujar lo que corresponda.





A las 10 y media llega la Seño Mari Carmen a darnos clases de Religión Católica y hemos empezado a preparar cositas de la Semana Santa. 


Quiero decir que tenemos un niño con unas características, personalidad y comportamiento bastante difícil y hoy cuando llegó la Seño de Religión él aún no se había terminado su manzana. 

En lo que llevábamos de mañana no había hecho ninguna trastada pero también para que desayunara rápido y poder comenzar a trabajar junto a sus compañeros. La seño y yo lo estábamos motivando para que terminara lo más pronto posible de manera que, empezamos a decirle, y esa manzana es para hacerte fuerte, verdad? Y vas a trabajar genial porque esa manzana tiene poderes mágicos...

Él estaba tan convencido que gracias a esa manzana él iba a ser hoy un niño excelente que me daba una alegría verlo así. Terminó de comer su manzana y comenzó a trabajar, motivado, seguro, y centrado en su tarea. Nos dijo que la había comprado su mamá esa misma mañana, en la frutería Jacinto, está justo en frente del cole. Ya todos los niños querían ir allí, también. Él decía que ya se habían gastado, que su mamá las había comprado todas para él, porque necesita poderes mágicos. 

Estábamos todos y todas tan motivados que hasta nos inventamos un cuento. "El poder de la manzana de Sergio" 

Érase una vez un niño que se llamaba Sergio a qien le gustaba mucho trabajar y estar con sus amigos pero su cuerpecito siempre estaba muy nervioso, por aquí y por allá, no lo dejaba estar tranquilo. 

Un día su mamá se enteró que en el pueblo había una frutería donde vendían manzanas mágicas. ¿Manzanas mágicas? Si, son manzanas que tienen poderes. Entonces cuando Sergio le dada un mordisco a la manzana se hacía más fuerte y guapo, se concentraba mejor, hacía los deberes más rápido y siempre podía jugar, ir al patio, y todos sus amigos y amigas lo querían mucho porque con cada mordisco que le daba a la manzana se convertía en un niño excelente. 


Ante el caso de este niño quiero decir que detrás de un niño difícil hay una emoción que no sabe expresar. Muchos padres y docentes etiquetamos que un niño es difícil porque desfogan y explotan con cualquier cosa y en cualquier situación. Sin embargo, debemos detenernos por un instante y analizar el porqué de su comportamiento. Entender que las rabietas, los gritos y las lágrimas no vienen de la nada, vienen de su interior. De su mundo, un lugar que quizás los padres han dejado de lado al estar ocupados con sus asuntos. 

Después llegan a la escuela y podemos trabajar con estos niños hasta modificar su conducta pero si en casa no se implican, será complicado. A todos los niños hay que darles atención, comprensión y amor, que tanto necesitan porque es ahí donde parte todo




Una niña de mi clase la han tenido que operar de un dedo del pie entonces hay que tener mucho cuidado por eso hoy en la hora del recreo me he quedado en la Biblioteca del centro con ella y otro niño más. Sólo querían que les leyera cuentos, uno detrás de otro pero como sé que ellos conocen algunas palabras. He querido que leyeran ellos conmigo.

Después del patio, hemos tenido nuestra sesión de relajación y hemos leído cuentos que tenemos en clase, cada uno en su sitio.



¡HASTA EL LUNES!

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